Cuento
SE FUEPor
Luna_Sol
Ella era sólo una más de las mujeres que pasaron por mi vida. Oh, si, era hermosa, casi divina. Con esa sonrisa sensual y esa mirada que sueña sin sueño, en fin, también se iría como las otras. Todas se van tarde o temprano sin aviso, dejándome de despedida solo un abrazo frío, en fin todas eran iguales nunca esperaban más que una cena en un restaurante elegante, joyas o algún regalo “sorpresa”(mejor si eran costosos) de esos que no esperan porque sólo hicieron el comentario al pasar frente a una vitrina “Que lindo, ¿Cómo crees que me vería usando eso?”
Yo sabía que algún día se marcharía, como lo hicieron las otras, lo sabía y sin embargo, aún no se porqué me resistía a creer que realmente pasaría.
Aquella mañana desperté y ella aun seguía a mi lado(no pude evitar sonreírme), desde hacía un tiempo se quedaba de vez en cuando toda la noche, recibí eso con agrado pues disfrutaba mucho verla fingir que dormía y luego descubrí que era mejor cuando realmente dormía, se veía tan hermosa con su pelo suelto y con ese gesto de niña traviesa que hacen sus labios.
En ese momento me vino a la mente la consigna que me repetía siempre al empezar una relación: “es sólo temporal, ella se marchará como las otras”
La miré de nuevo, el cabello ondulado le cubría su esbelto cuello, aparté los mechones y lo acaricié como tantas veces, como otros antes que mí, como otros después de mí… si, algún día se iría, todas lo hacían, todas eran iguales, todas querían jugar conmigo porque tengo dinero, porque soy rico, porque puedo comprarles lo que quieran.
En fin, si tenía que irse mejor que fuera ahora mismo, ¿Por qué no? Así me ahorraría el drama que podría armar o tener que oírla decir que ya no le soy del todo satisfactorio. Para entonces mis manos ya presionaban su cuello con demasiada fuerza y despertó. Sus ojos negros, tan grandes, tan bellos, tan brillantes me miraron con terror y sorpresa ¡Amo esa expresión en el rostro de una mujer desnuda ¿que pensara en estos momentos?! Sus largas y sensuales piernas, atadas con las sábanas, se revolvían tratando de golpearme y sonreí, todas hacen lo mismo, todas son tan iguales.
Seguí presionando con un poco más de fuerza, quería que fuera lento, que se prolongara, seguir disfrutando de las contorsiones de su desnudes en mi cama, mucho más voluptuosas y provocativas que las del acto sexual, si, esto era mucho más excitante, ella era más mía que nunca, como nunca lo fue de otro, como nunca lo sería de nadie más, ¡Sólo mía!
Entonces presioné con todas mis fuerzas, sus insipientes gemidos eran música para mis oídos, el éxtasis era máximo, sentía el poder en mi cuerpo así que con una mano aparté las sábanas rápidamente y la penetré con pasión, los movimientos que hacía al tratar de liberarse eran increíblemente más excitantes y justo al llegar al clímax, pude escuchar claramente los huesos de su cuello rompiéndose ante la presión de mis manos.
Un cigarro dura tan poco cuando te consumen los recuerdos es mas ahora que lo pienso me pareció sentir hace un momento un aroma familiar, sacándome, me volteo y sonrió estoy seguro ese era su perfume. Una rubia preciosa pasa de largo y se aleja rápidamente. Camino tras ella, seguramente aceptará un café, luego un trago y tal vez algo más, bueno, esto es sólo temporal, ella también se marchará como la otra, como se marchan todas.